
Vamos a hablar de Kenneth Petty, sí, el esposo de la icónica Nicki Minaj. Prepárense porque este tema es como andar por arenas movedizas. Kenneth no es precisamente conocido por sus logros profesionales, más bien por ser un habitual en el radar mediático… y lamentablemente, no por cosas precisamente aplaudibles.
Recientemente, el nombre de Petty ha estado, una vez más, en boca de todos. ¿Por qué? Se ha filtrado su ficha de registro como delincuente sexual, y como era de esperarse, las redes sociales y los medios de comunicación se han hecho un festín con la noticia. Y no es para menos, considerando que estamos hablando del marido de Nicki Minaj.
La ficha en cuestión, compartida por la oficina de California (que, por cierto, tiene la obligación de hacer pública esta información para prevenir al resto sobre posibles riesgos), no deja nada a la imaginación. Detalles como su nombre completo, fecha de nacimiento, fotografía de su rostro, y más alarmantemente, la descripción del delito: «intento de violación mediante el uso de la fuerza».
Retrocediendo al año 1995, Petty intentó abusar de una menor de 16 años, lo que lo llevó a pasar cuatro años en prisión. Y como si esa mancha en su historial no fuera suficiente, más adelante fue condenado a un año de arresto domiciliario y tres años de libertad condicional por no registrarse como delincuente sexual al mudarse junto a su esposa.
Antes de que Petty apareciera en el panorama, Nicki estuvo viéndose con Nas, conocido por mantenerse alejado de los escándalos. Aunque nunca confirmaron su relación oficialmente, no podemos evitar pensar en cómo las elecciones sentimentales de la artista han dado un giro tan… cuanto menos interesante.
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