La DEA quiere influencers para su «Día Anti-420»
Si usas redes sociales, seguro que has visto influencers promocionando marcas de ropa, gadgets o incluso suplementos. Pero lo que probablemente no esperabas es que ahora la DEA (Administración para el Control de Drogas de EE.UU.) también esté buscando creadores de contenido… para demonizar la marihuana.
Así es. Con motivo del «Día Anti-420», la DEA ha lanzado una campaña junto a la organización prohibicionista Johnny’s Ambassadors para reclutar jóvenes creadores de contenido. ¿El objetivo? Crear videos que adviertan sobre los supuestos peligros del THC y desalienten su consumo entre adolescentes y jóvenes. Y como incentivo, están ofreciendo tarjetas de regalo de Amazon: 25 dólares por un video personal, 35 por un video grupal y 50 si es un contenido más elaborado con supervisión de un adulto. No es la colaboración soñada, pero algo es algo, ¿no?
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¿Qué hay detrás de la campaña?
La fecha del 20 de abril (4/20) es simbólica en la cultura cannábica, una especie de «día mundial del cannabis» en el que se celebran eventos, marchas y debates sobre su legalización y consumo. La DEA, en su cruzada contra la normalización de la marihuana, ha decidido contraatacar con esta estrategia digital.
Pero esta campaña no llega en un vacío. En redes sociales, especialmente en Instagram y TikTok, el contenido relacionado con el cannabis ya ha sido objeto de censura en repetidas ocasiones. Ahora, no solo se restringen ciertos temas, sino que además se incentiva activamente a los jóvenes a producir contenido en contra del cannabis, reforzando el discurso prohibicionista con una estrategia que parece sacada del manual del marketing corporativo.
¿Y la polémica?
Por supuesto, la iniciativa no ha pasado desapercibida. Activistas y defensores de la regulación del cannabis han criticado duramente la campaña, viéndola como un intento desesperado por mantener el discurso del miedo en una era donde cada vez más estados de EE.UU. y países del mundo están regulando el uso del cannabis.
Más allá de la cuestión legal, también hay un debate sobre la ética de pagar a jóvenes para difundir mensajes en redes sociales que pueden no estar completamente informados o equilibrados. Y si sumamos a la ecuación que Jeff Bezos, a través de Amazon, respalda indirectamente esta iniciativa con las tarjetas regalo, la polémica está servida.
¿Influencia o manipulación?
El tema aquí no es si alguien debe o no consumir cannabis, sino hasta qué punto es legítimo utilizar a jóvenes influencers para moldear narrativas en redes sociales con incentivos económicos de por medio. La DEA parece haber entendido que el poder de influencia ya no está en los grandes medios, sino en los creadores de contenido. Y si las marcas pueden pagar por publicidad, ¿por qué no hacerlo también con campañas gubernamentales?
Lo irónico es que muchas de las personas que ahora están en contra de esta estrategia también defienden la educación sobre el cannabis. La diferencia es que buscan que la información sea objetiva y basada en estudios científicos, no en una narrativa unilateral financiada por el prohibicionismo.
Entonces, ¿qué opinas? ¿Es una campaña legítima o simplemente otro intento de controlar el discurso sobre el cannabis en redes sociales?
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