La nueva Ley Antitabaco viene pisando fuerte en España. El Gobierno dice que es por salud pública, pero lo que muchos vemos es que están metiendo en el mismo saco al tabaco, al vapeo… ¡y hasta al CBD! 😳
Sí, ese mismo cannabidiol que no coloca, que se vende en herbolarios y que miles de personas usan para relajarse, dormir mejor o calmar dolores. Pues bien: ahora corre peligro de ser tratado como si fuera tabaco.
Del humo a la prohibición total
La jugada es clara:
- No se podrá fumar en terrazas, estaciones o cerca de hospitales.
- Se prohíbe el vapeo desechable.
- Y lo más loco: productos como el CBD pasarían a venderse solo en estancos o tiendas de tabaco/vapeo.
Vamos, que si esta ley se aprueba tal cual, se acabó lo de entrar a tu tienda de confianza y pillar tu aceite o tus flores CBD sin problema.
¿Y los clubes cannábicos?
Aquí viene otro bombazo: quieren cargarse la disposición que hasta ahora permitía la existencia de clubes de fumadores. Eso significa que los clubes cannábicos se quedarían fuera de la ley. Literalmente, podrían desaparecer.
Un golpe durísimo para toda la cultura cannábica en España.
¿De verdad esto va de salud?
La abogada Gabriela Sierra, especialista en derecho cannábico, lo tiene claro: esto es “greenwashing institucional”. O sea, que lo visten de “protección sanitaria” pero en realidad huele más a control social y económico.
Porque ojo: equiparar el tabaco, que mata a millones, con el CBD, que no es adictivo ni psicoactivo, no tiene ninguna base científica. Al contrario, el CBD es visto en muchos países como una alternativa de reducción de daños.
Pero aquí parece que prefieren prohibir antes que educar.
Lo que se viene para la industria del CBD
- Adiós a la publicidad en redes, influencers o patrocinios.
- Limitación de la venta a canales controlados.
- Vaporizadores y accesorios, también restringidos.
En resumen: la industria del CBD en España queda arrinconada justo cuando empezaba a despegar.
¿Y ahora qué?
No todo está perdido. Desde el Observatorio Europeo de Consumo y Cultivo de Cannabis ya están preparando enmiendas para frenar este prohibicionismo 2.0. Y aquí es donde entra la sociedad civil, porque si no levantamos la voz, nos van a cortar hasta el derecho de elegir cómo consumimos productos que no hacen el mismo daño que el tabaco.
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