
Si hay algo que sabemos del rap, es que siempre hay egos en juego. Y esta vez, el «beef» no es entre raperos en una canción, sino en el mayor escenario deportivo del mundo: la Super Bowl.
Lil Wayne no ha ocultado su descontento con la elección de Kendrick Lamar como el encargado del espectáculo del medio tiempo. Y es que la Super Bowl de este año se celebra en Nueva Orleans, su ciudad natal, lo que hace que la elección de un artista de Los Ángeles como K. Dot le haya sabido a poco menos que una falta de respeto.
Wayne se planta y monta su propio show
En lugar de asistir al estadio y ver el show como ha hecho en otras ocasiones, Wayne ha decidido jugar sus propias cartas. Ha anunciado que el mismo día de la Super Bowl, el 6 de febrero, tendrá una entrevista exclusiva con Apple Music. Y no ha dudado en insinuar que tiene algo grande preparado.
En su Instagram, soltó la bomba:
«Ya sabéis que no voy a estar ahí esta semana. Lo que quiere decir que tengo un sillón que rellenar. Saludos a la ciudad de Nueva Orleans, pero estaré trabajando en algo muy especial. Tengo algo muy especial para vosotros el jueves seis de febrero. Hasta entonces, simplemente estaré pasándolo bien.»
Traducción: si me ignoran, yo hago mi propio evento.
¿Podrá Wayne eclipsar a Kendrick?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. La Super Bowl es EL evento del año en Estados Unidos, y el show del medio tiempo suele ser lo más comentado durante días (o semanas). Pero Weezy es un veterano del juego y sabe cómo llamar la atención.
Si su entrevista es solo él charlando tranquilamente, probablemente pase desapercibida. Pero si lanza alguna bomba mediática, una declaración incendiaria o incluso un anuncio sorpresa (nuevo álbum, colaboración inesperada, disstrack…), puede que consiga robarle unos cuantos titulares a Lamar.
A estas alturas, lo único seguro es que el 6 de febrero será un día grande para el hip hop. Y nosotros estaremos aquí para contarlo.